¡Regresé!
Estuve 10 días fuera del país, 10 días que casi nadie supo de mi, 10 días respirando otro aire, viendo a otras personas y SONRIENDO (aunque mi mama a veces quería dañar eso)
Buenos Aires, mi querido Buenos Aires, tan antigua y moderna a la vez.
A ver, algunas anecdotas que recuerde:
1.- El día que me iba mi querida madre decidió ir al banco, casi llegamos tarde al vuelo.
2.- Cuando estábamos en emigración, ¿se recuerdan de mi dichoso permiso? Bueno, el muchacho me hizo leerlo, ¿cuál era su cometido? Dejarnos un ratico más allí, paradas al frente de él, porque le parecí que estaba "chevere" (sabrán como reaccionó mi mamá al saberlo)
3.- La aerolínea LAN cambió todos sus vuelos SIN AVISAR, es decir, estuve un día en Buenos Aires (menos mal que tenemos amigos allá) Porque nuestro vuelo a Bariloche era en la noche, ¿que sacamos de eso? 2 pizzas familiares, pagadas por LAN
4.- Nadie acertaba con nuestra nacionalidad, fui mexicana, costariquense, brasilera etc. (cabe acotar que Argentina está minada de brasileros)
5.- Al decir que eramos venezolanos, era como morir en la sociedad. Una señora al escucharme decir "soy venezolana" se asombró y dijo "¿A ustedes las dejan salir?
Y usted que cree? No estamos presos.
6.- Los taxistas que nos llevaban al hotel, decían que ese hotel era de gays.
7.- El hotel tenia un baño mixto, es decir, hombres y mujeres en el mismo baño
8- Tengo certificado de "nurse" jajaja
9.- Pues, ya puedo estudiar psicología en Arg. Mis tíos adoptivos me dijeron "Acá tienes casa y comida" Y convencieron a mamá de que me dejara estudiar eso. (vi las facultades también)
10.- Y mi mama cerró el viaje con broche de oro, PERDIÓ EL PASAPORTE. Y allá se quedó, me regresé sin ella (:
Hay más anécdotas, pero no les haré esto tan largo y fastidioso.
Bariloche es un amor total, pueblo pequeño, pero con GRANDES vistas, tomé clases de Sky y fue lo máximo, nada fácil, pero algo que tienes que anotar en tu lista antes de morir, me caí unas 243 veces, las otras personas se tropezaron conmigo unas 345 veces y creanme pararse no es nada fácil, como tampoco lo es, tener equilibrio, también recorri la isla victoria, de lo más simpático, tomas un ferry, primero visitas el bosque de los arrayanes, que al final de recorrido, hay cierta casita (confiteria/cafetería) que le dicen "la casa de disney" o "la casa de Bambi" la historia es que, Walt Disney cuando visitó ese bosque, dicen que se inspiró en esa casita para escribir la película de bambi.
En Buenos Aires también la pase genial, entre el congreso y decir "soy la hija de la presi" me divertí, comí como nunca, camine DEMASIADO, me reencontré con Nicolas, hijo de uno de los amigos de mamá, que no veía desde Cancún, es decir, desde hace 2 años, hice otras amistades, siento que no dormi en toda esa semana, mori de frio unas cuantas veces, recordé a
esa persona muchas veces.... Y pare de contar.
Para mi, estar allá de verdad era estar libre de todo, y cuando regresé casi lloró, porque era golpearme con la realidad otra vez, cuando me venía, que Ale me abrazo y me dijo "cuida a mamá" se me salieron las lagrimas, porque sabia que volvía a mi odisea, a mi proceso de tener que acostumbrarme a muchas cosas, o bueno a seguir acostumbrándome.
¿Qué si hubo cambios cuando llegue? Si, si los hubo, y no fueron tan buenos.
Pero.... I <3 ARG.